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lunes, 26 de abril de 2010

España lidera el desarrollo de un dispositivo de diagnóstico precoz del cáncer.

Un nuevo proyecto del Instituto de Ciencias Fotónicas tiene por objeto permitir el tratamiento de la enfermedad en fases más tempranas y en menores dosis.

Un equipo de investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), adscrito a la Universidad Politècnica de Catalunya (UPC), ha puesto en marcha el proyecto Detección precoz de células cancerígenas basada en plasmones de superficie (SPEDOC), una iniciativa que tiene como objetivo permitir el tratamiento de la enfermedad en fases más tempranas y en menores dosis.

El proyecto SPEDOC, iniciado recientemente y del que se tendrá el primer prototipo dentro de tres años, combina los últimos avances en nano-óptica, manipulación óptica y microfluídica, una técnica dedicada a desarrollar dispositivos de paso de fluidos por canales microscópicos, con recientes descubrimientos sobre la proteína HSP70.

Físicos y oncólogos de España, Francia y Suiza estudian la capacidad de generar tumores, el potencial de metástasis y la resistencia a la quimioterapia relacionados con el incremento de la concentración de HSP70 en las células cancerosas. En este sentido, los investigadores proponen en este proyecto el diseño de un dispositivo compacto para ser integrado en una plataforma de tamaño reducido (a modo de laboratorio portátil) que pueda ser utilizada en laboratorios biológicos por médicos u operarios no especialistas en técnicas ópticas.

Los elementos básicos para el desarrollo de este dispositivo son los conocimientos sobre la proteína HSP70 y el desarrollo de la tecnología de sensores ópticos basados en lo que se llama el efecto plasmón. Este efecto se basa en ciertas características de las nanopartículas de algunos metales, como por ejemplo el oro, que las hacen actuar como fuentes diminutas (a escala de nanómetros) y muy eficientes de luz y calor. El laboratorio portátil dispondrá de varios tipos de sensores basados en dichos plasmones. Con ellos se podrá medir tanto la concentración de la proteína HSP70 circulando en la sangre como en las paredes de las células.

Esta última medida es particularmente importante ya que gracias a ella se podría localizar la presencia potencial de las células cancerosas migratorias, muy difíciles de detectar y responsables de que un cáncer controlado en una zona del cuerpo salte y genere metástasis en otra zona no controlada. También se vería beneficiada la aplicación del tratamiento, tanto en las terapias tradicionales como en las más novedosas, puesto que las dosis podrían administrarse en etapas más tempranas y en menores dosis.

Estas nuevas terapias se basan en moléculas de reconocimiento insertadas en nanopartículas de oro. Las nanopartículas viajan guiadas por las moléculas de reconocimiento hasta las células cancerígenas, que, posteriormente, son eliminadas con tecnología láser, haciendo uso de nuevo del efecto plasmón de las nanopartículas de oro.

Fuente: Revista Jano.

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