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viernes, 31 de diciembre de 2010

El Universo, Astrobiología (4)




¿Existe vida en otros planetas? La astrobiología es una nueva ciencia especulativa que busca vida en el espacio mediante la combinación de las disciplinas científicas de la astronomía, la biología y la geología. ¿Cómo evolucionó la vida en la Tierra? ¿Cómo será la vida en otros planetas? Un diverso grupo de científicos dará respuesta a éstas y otras preguntas relevantes. Los espectadores visitarán la región de Pilbara en el oeste de Australia, donde se han descubierto las pruebas más antiguas de la vida sobre la Tierra. También viajarán a las lunas de Júpiter y Saturno para poner a prueba la teoría de que podría existir vida en las nubes de Venus. Finalmente, observarán cómo se realizan los experimentos para ver si existe vida en los exo-planetas o planetas extrasolares, planetas similares a la Tierra que se encuentran más allá de nuestro Sistema Solar.

De los planetas a las estrellas y al borde de lo desconocido, la historia y la ciencia chocan en esta épica exploración del Universo y sus misterios. Es un universo muy antiguo. Sin embargo, a tan sólo 50 años desde que el primer hombre se aventurara en el espacio ultraterrestre, los cielos están dando sus mayores secretos. Telescopios espaciales que capturan violentas imágenes del nacimiento de estrellas y su caída en agujeros negros. Todos han cambiado de manera significativa la manera en que nos vemos a nosotros mismos. Uso de vanguardia en gráficos por ordenador, esta serie lleva el universo a la tierra para mostrar cómo sería la vida en otros planetas, y de imaginar qué tipo de formas de vida podría evolucionar en atmósferas exóticas. Estos episodios examinan los descubrimientos que fueron realizados y que científicos y exploradores que se atrevieron a aventurarse en el territorio inexplorado del universo.

Serie documental emitida por History Channel.

Andalucía lidera el pacto de los alcaldes y alcaldesas de Europa frente al Cambio Climático


















Andalucía lidera el mayor compromiso europeo desde lo local frente al cambio climático. El 25% de los alcaldes y alcaldesas de Europa adheridos al PACTO DE LOS ALCALDES son alcaldes y alcaldesas de Andalucía, casi 500 municipios andaluces se han adherido ya a esta iniciativa.

El 20 de diciembre de 2010 se firmaron en Córdoba los primeros 42 Planes de Acción para la Energía Sostenible a los que compromete la adhesión al PACTO DE LOS ALCALDES. El acto fue presidido por el Consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo y asistieron representantes de los 42 municipios andaluces, además de las 8 diputaciones, el Director General de Cambio Climático y Medio Ambiente Urbano, José Fiscal, y otras autoridades.

Es iluisionante ver a la administración más cercana a la ciudadanía dar pasos frente al cambio climático. No podemos olvidar que nadie está haciendo lo suficiente, lo suficientemente rápido, pero ya nos gustaría que en Cancún se hubiesen sellado compromisos como a los que obliga el PACTO DE LOS ALCALDES. De hecho, habrá que trabajar duro, ya que los municipios que no cumplan los objetivos serán dados de baja. Esperemos que sean los menos y ojalá no cause baja ninguno y cumplan todos, nos va mucho en juego que desde lo local se haga lo que ha de hacerse frente al cambio climático.

Fuente: Verde por el Clima.

Brooklyn Botanic Garden in Winter



Brooklyn, NY—Autumn has arrived in New York City, ushering in blustery winds, crisp skies, and shortened days. While cooler temperatures send many New Yorkers running for cover, Brooklyn Botanic Garden (BBG) celebrates fall’s advance with FREE weekday admission and seasonal guided tours.

Exposure to sunlight, even on cloudy days, sustains energy, alertness, and contentment, all of which tend to wane in the winter months. BBG invites visitors to Chase Away the Winter Blues with outdoor monthly Garden tours, led by licensed psychotherapist and veteran BBG tour guide, Lynne Spevack. Enveloped by the Garden’s festive fall colors, visitors will learn how and why organisms respond to the changing seasons, and how to keep the blues at bay through the frosty days ahead. As fall turns to winter, and rain turns to snow and sleet, BBG will remain a cheery retreat until spring blooms again!

WHAT: Chase Away the Winter Blues: A seasonal guided tour with Lynne Spevack
WHEN: The first Sunday of the month at 1 p.m. | November 2010 – March 2011
WHERE: Visitor Center at Brooklyn Botanic Garden, 1000 Washington Avenue, Brooklyn

WINTER HOURS: November 9, 2010–March 15, 2011
Tuesday–Friday: 8 a.m. to 4:30 p.m.
Saturday and Sunday: 10 a.m. to 4:30 p.m.
Closed Mondays (open Martin Luther King Jr. Day and President’s Day, 10 a.m. to 4:30 p.m.)
Closed Thanksgiving, Christmas, and New Year’s Day


Founded in 1910, Brooklyn Botanic Garden (BBG) is an independent nonprofit institution committed to education, research, and the display of horticulture. Situated on 52 acres in the heart of Brooklyn, the Garden is home to over 12,000 kinds of plants and hosts more than 725,000 visitors annually. Learn more at bbg.org.

Brooklyn Botanic Garden is open from 8 a.m. to 4:30 p.m. Tuesday through Friday, and from 10 a.m. to 4:30 p.m. on Saturday and Sunday. The Garden is closed on Mondays except public holidays. The Garden is closed on Thanksgiving, Christmas, and New Year’s Day. Admission is $8 for adults and $4 for senior citizens (65 and older) and students with ID. Children under 12, all school groups, and Garden members are admitted free at all times. From November 9 to March 11, the Garden is free to the public on weekdays and until noon on Saturdays. For directions, please visit bbg.org/visit/directions.

Fuente: Brooklyn Botanic Garden

jueves, 30 de diciembre de 2010

Johan Rockstrom: Dejemos que el ambiente guíe nuestro desarrollo






El crecimiento humano ha puesto a prueba los recursos de la Tierra, pero como Johan Rockstrom nos recuerda, nuestros avances también nos proporcionan la ciencia para reconocer esto y cambiar el comportamiento. Sus investigaciones han hallado nueve "límites planetarios" que nos pueden guiar en la protección de los muchos ecosistemas que se superponen en nuestro planeta.

Fuente: TED, Ideas Worth Spreading.

El Cerebro no busca la verdad sino sobrevivir (Redes 78)






Vanidoso y ególatra, nuestro cerebro trata de convencerse siempre de la opción más cómoda, de la que concuerda mejor con su propia realidad. Por eso memoria e inconsciente se encargan de ajustar lo que no encaja, de cambiar lo que no gusta, de eliminar lo que duele y de ensalzar lo que agrada.
De esos mismos mecanismos surge en los humanos la habilidad para caer fácilmente en estereotipos y prejuicios que, llevados al extremo, pueden conducir a tensiones y conflictos.
El próximo domingo en Redes, de la mano de la psicóloga Cordelia Fine conoceremos las artimañas que utiliza el cerebro humano para construirse un mundo más agradable y benévolo. Veremos además lo mal que lleva la fuerza de voluntad y hasta dónde le pueden llevar los miedos y prejuicios.

Fuente: Redes para la Ciencia.

Las familias eligen el Museo Nacional de Ciencias Naturales para disfrutar de la Navidad








Con 1900 visitas el Museo Nacional de Ciencias Naturales acogió ayer a centenares de familias. Esto supone hasta seis veces más que en otros días que no son fin de semana.

La cola para adquirir una entrada daba la vuelta al edificio y por todas las salas del MNCN se respiraba un enorme bullicio propio de la multitud. Los talleres que se desarrollan en navidad contaron con una altísima participación y muchos fueron los pequeños que disfrutaron de las actividades educativas.

Padres con hijos, abuelos disfrutando de sus nietos, adolescentes... Las familias han elegido nuestro Museo para disfrutar de las vacaciones de una forma original, educativa y lúdica.

Los rostros de asombro de los más pequeños son la mejor prueba del enorme esfuerzo que se ha realizado en el MNCN a lo largo de 2010. La sala que acoge la exposición de Biodiversidad Total estaba abarrotada y la escena se repitió a lo largo de todo el edificio de Geología, que abrió sus puertas al público el pasado 14 de diciembre con la muestra Minerales, Fósiles y Evolución Humana. Los dinosaurios, cómo no podía ser de otra forma, despertaron la mayor curiosidad y llamaron la atención de mayores y pequeños.

Por su parte la exposición Hace 100 años el Museo estrenó sede también contó con el interés de los visitantes que quedaron muy sorprendidos con el resultado final y con el gran valor histórico de la muestra.

Esta gran afluencia de público pone de manifiesto que el MNCN es el mejor plan para disfrutar en compañía de la familia.

Fuente: Museo Nacional de Ciencias Naturales (Madrid).

El Universo, Astrobiología (3).



¿Existe vida en otros planetas? La astrobiología es una nueva ciencia especulativa que busca vida en el espacio mediante la combinación de las disciplinas científicas de la astronomía, la biología y la geología. ¿Cómo evolucionó la vida en la Tierra? ¿Cómo será la vida en otros planetas? Un diverso grupo de científicos dará respuesta a éstas y otras preguntas relevantes. Los espectadores visitarán la región de Pilbara en el oeste de Australia, donde se han descubierto las pruebas más antiguas de la vida sobre la Tierra. También viajarán a las lunas de Júpiter y Saturno para poner a prueba la teoría de que podría existir vida en las nubes de Venus. Finalmente, observarán cómo se realizan los experimentos para ver si existe vida en los exo-planetas o planetas extrasolares, planetas similares a la Tierra que se encuentran más allá de nuestro Sistema Solar.

De los planetas a las estrellas y al borde de lo desconocido, la historia y la ciencia chocan en esta épica exploración del Universo y sus misterios. Es un universo muy antiguo. Sin embargo, a tan sólo 50 años desde que el primer hombre se aventurara en el espacio ultraterrestre, los cielos están dando sus mayores secretos. Telescopios espaciales que capturan violentas imágenes del nacimiento de estrellas y su caída en agujeros negros. Todos han cambiado de manera significativa la manera en que nos vemos a nosotros mismos. Uso de vanguardia en gráficos por ordenador, esta serie lleva el universo a la tierra para mostrar cómo sería la vida en otros planetas, y de imaginar qué tipo de formas de vida podría evolucionar en atmósferas exóticas. Estos episodios examinan los descubrimientos que fueron realizados y que científicos y exploradores que se atrevieron a aventurarse en el territorio inexplorado del universo.

Serie documental emitida por History Channel.

El primo del neandertal



El estudio genético descubre al pariente asiático de los pobladores europeos de hace 40.000 años- El ADN aclara el panorama de la evolución.

Texto: Alicia Rivera.

Hace unos 40.000 años, y desde mucho antes, vivía en el continente europeo una especie humana que, aunque extinguida, se conoce razonablemente bien por la abundancia de fósiles recuperados en múltiples yacimientos, incluidos algunos muy notables en España. Eran los neandertales, gente robusta y con una cultura propia manifestada en sus herramientas y en los vestigios de sus vidas. Pero, si eran tan específicamente europeos como el registro fósil indica, ¿quién vivía entonces en Asia? La respuesta, que se ocultaba en una nube de restos fósiles varios y debates científicos poco concluyentes, ha llegado ahora no de la mano de huesos desenterrados en algún rico yacimiento, sino directamente del ADN. Los análisis genéticos avanzados de un pequeño hueso de una mano femenina hallado en una cueva del sur de Siberia muestran que pertenece a un hasta ahora desconocido pariente asiático de los neandertales. Además, unos pocos de sus genes están presentes hoy en las poblaciones de Melanesia.

"Si, los primos asiáticos, es una buena manera de presentarlos", dice Svante Pääbo, científico que ha liderado el descubrimiento. Estos individuos de Siberia, del yacimiento de Denisova, "comparten un origen antiguo con los neandertales, pero tiene su propia historia independiente", añade.

Con el hallazgo, desvelando el secreto de los genes, se aclara el panorama de la evolución humana en el tramo justo anterior a nuestra especie, a la vez que se abren nuevos interrogantes sobre cruces, contactos y herencias de los humanos prehistóricos. En Europa estaban los neandertales hasta hace casi 30.000 años; en Asia, los denisovanos (y tal vez otros), y en África señoreaba ya la especie humana actual, que acabó ocupando todo el planeta y que incorporó pocos genes neandertales. Por cierto, nadie llegó a América hasta varios miles de años más tarde.

"Como demuestra este trabajo, los estudios de la variación genética humana se ensanchan más allá del ámbito médico", comentan los expertos Carlos D. Bustamante y Brenna M. Henn (Universidad de Stanford) en Nature. "El estudio de los diversos genomas humanos, tanto antiguos como actuales", añaden "es la herramienta más poderosa disponible para comprender nuestros orígenes comunes y nuestra historia".

Desde hace un siglo, la paleoantropología ha avanzado a golpe de buscar y rebuscar huesos fósiles que dieran una idea de cómo eran los seres del pasado: los primeros homínidos de hace unos cinco millones de años, las especies africanas más evolucionadas pero aún con muchos rasgos simiescos y los primeros seres del género Homo de hace unos dos millones de años (hasta aquí siempre en África). Poco después, los primeros emigrantes del continente ancestral se aventuraron hacia Eurasia. Pero aún faltaban oleadas posteriores de poblaciones, cruces y procesos evolutivos hasta llegar a los remotos hombres de Atapuerca, de más de un millón de años (los más antiguos) y de hace 500.000, los preneandertales, muy bien documentados, de la Sima de los Huesos de ese yacimiento burgalés.

Pääbo y los científicos que colaboran con él han dado un rigor revolucionario en esa ciencia con su capacidad de aislar material genético de los fósiles, analizarlo y compararlo. "Este trabajo de Denisova es uno de los primeros ejemplos de cómo la genética toma la avanzadilla a la paleontología más clásica, al ser capaz de identificar a unos seres desconocidos analizando su genoma", comenta Tomás Marqués-Bonet, investigador del Instituto de Biología Evolutiva (UPF-CSIC) y uno de los autores del artículo.

En 2008, se encontró en la cueva de Denisova una falange y un molar que se dataron entre hace 30.000 y 50.000 años. No se han anunciado más huesos humanos por el momento. Pero Pääbo domina la herramienta genética para buscar y analizar ADN antiguo. "En el molar no se ha podido recuperar material genético de suficiente calidad, pero en la falange sí", explica Marqués. "Y es muy difícil lograrlo, porque, normalmente, los fósiles tienen tantos microbios que, si no tienes mucho cuidado, acabas secuenciando el genoma de los microbios y no el del hueso". Además, está la cuestión de la contaminación con ADN actual, pero esto no es problema para estos científicos con fama de cuidadosos, que alcanzaron un hito con la publicación este año del genoma del neandertal.

¿Cómo llamar a aquellas poblaciones del sur de Siberia? Los científicos se refieren al grupo de Denisova, y pasan de puntillas sobre la cuestión de la especie. "Darle un nombre latino requeriría decidir si nos referimos a ella como especie o como subespecie", explica Pääbo a EL PAÍS por correo electrónico. "Dado que no hay definiciones claras, esto siempre deriva en debates académicos estériles que no pueden resolverse", añade. "Por ejemplo, aunque sabemos mucho más de los neandertales que de cualquier otra forma fósil humana, los científicos aún no se ponen de acuerdo sobre si es una especie o una subespecie, así que mejor los llamamos con sus nombres comunes: denisovanos, neandertales y humanos modernos. Todo el mundo comprende de qué estamos hablando".

Seguramente es una sabia decisión del experto sueco -que trabaja en Alemania, en el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva- para provocar más ruido en una ciencia, la paleontología, que hasta ahora ha definido las especies por los fósiles, y cuantos más mejor. No hay en este caso por ahora más que una falange y un molar. "Pero el profesor Anatoli Derevianko [de la Academia Rusa de Ciencias] y sus colegas siguen excavando en Denisova y esperamos encontrar más material".

El dedo y el molar de Denisova no son nuevos en la ciencia. Hace unos meses el mismo Pääbo y su equipo dieron a conocer el análisis genético de la mitocondria. "Pero ese genoma es limitado", dice Marqués-Bonet. "Ahora, con el genoma del núcleo tenemos muchísima más información y, de hecho, las conclusiones han variado porque con el mitocondrial los denisovanos no parecían tan parientes cercanos de los neandertales".

Es curioso que nadie sabe cómo serían aquellos primos asiáticos de los neandertales, qué aspecto tendrían, ni siquiera la denisovana del dedo y el molar, porque se sabe que los dos fósiles pertenecen a una hembra, qué aspecto tendría... Pero con los genes se desvela su historia evolutiva. "Denisova comparte más genes con los neanderales que con los humanos actuales", explica Marqués-Bonet, aunque entre ambas especies extinguidas hay notable diferencia genética, añade. Otro resultado notable de la investigación es que los habitantes actuales de Melanesia -región de Oceanía que incluye la isla de Nueva Guinea-comparten entre un 4% y un 6% del material genético de los de Denisova extinguidos, mientras que no se aprecia aportación de genes de estos últimos al resto de las poblaciones asiáticas actuales. Esto sugiere que hubo algún tipo de mestizaje de los primos de los neandertales con los antepasados de los melanesios. De cualquier forma, unos y otros, los neandertales y sus parientes asiáticos, se extinguieron y nuestra especie acabó instalándose en todo el planeta.

Desde hace décadas, "se ha debatido acerca de si nuestra especie surgió solo una vez y se difundió por todo el mundo, reemplazando a todas las especies de Homo existentes, o si nuestros ancestros se cruzaron con las otras especies y subespecies", comentan Bustamante y Henn, en Nature. "Hasta ahora, los datos genéticos y la interpretación de los fósiles, parecían favorecer el modelo de la completa sustitución, en el que todos los genes de toda la especie humana se remontan a un origen único en una o más poblaciones africanas, de tamaño moderado, de hace unos 200.000 años. Sin embargo, la secuencia del genoma nuclear de Denisova, junto con la del neandertal, sugiere que esa historia denominada Salida de África del Homo sapiens problemente estuvo más entrecruzada en algunas regiones que en otras". La conclusión de Bustamante y Henn es que se produjo efectivamente una sustitución de las poblaciones previas por parte de nuestra especie, pero hubo, además, un limitado flujo genético entre ellas.

Fuente: El País

Malaspina, tras la pista del carbono




Texto: Antonio Delgado y Carlos M. Duarte

Hace unos 4.500 millones de años, la atmósfera terrestre se parecía a la de Venus, desprovista de oxígeno y con una elevadísima concentración de CO2, entre un 20% y un 40%, en torno a 1.000 veces superior a la actual, que causaba un fuerte efecto invernadero resultante en temperaturas cercanas a los 100 grados centígrados. Estas condiciones permitieron, a pesar de un Sol menos luminoso, la acumulación de agua líquida ya hace unos 3.800 millones de años y, con ella, la aparición del océano. El siguiente paso crucial fue la aparición de la vida en el océano -por procesos que son aún motivo de especulación- basada en la fotosíntesis que modificó radicalmente las condiciones de la atmósfera, generando oxígeno y eliminando CO2 de la atmósfera, atrapado en rocas carbonatas y compuestos orgánicos acumulados en los sedimentos del fondo de los océanos.

El papel del océano como sumidero del carbono es un proceso fundamental en la regulación de la composición de la atmósfera que sigue jugando un papel fundamental en la regulación climática. La atmósfera y la biomasa terrestre contienen unos 600 y 2.100 gigatoneladas de carbono mientras que las aguas del océano contienen unas 39.000 gigatoneladas, lo que da idea del papel dominante del océano en el ciclo de carbono actual.

Sin embargo, una nueva innovación en la historia de la Tierra, el desarrollo tecnológico del homo sapiens y la movilización en tan solo unas pocas décadas de parte del carbono que la fotosíntesis había retirado de la atmósfera durante millones de años, ha vuelto a romper el equilibrio del ciclo de carbono en el planeta. De nuevo, la clave para entender la respuesta del sistema Tierra a esta perturbación se encuentra en el océano y la Expedición Malaspina 2010 contribuirá a evaluarla.

En nuestro periplo de circunnavegación global, la expedición está reevaluando los cambios en los inventarios de carbono orgánico y disuelto en el océano, cuantificando sus intercambios con la atmósfera y la actividad biológica que los sustenta. La aportación innovadora de Malaspina 2010 a este problema reside en la dimensión planetaria de la investigación y en la evaluación no solo de las cantidades brutas sino también de las fuentes y el destino del carbono en el océano.

El carbono, como muchos otros elementos, existe en varias formas atómicas de distinta masa (peso atómico 12, 13 y 14), llamados isótopos. Las cantidades relativas de estos isótopos en distintos compuestos de carbono permite evaluar su origen. Así la fotosíntesis que tiene lugar en el océano, que supone cerca de dos terceras partes de la fotosíntesis planetaria, genera carbono más pesado que el carbono orgánico, que transformado por proceso de descomposición, quemamos para generar energía (petróleo y gas). Además el carbono 14 es inestable y su proporción en la materia orgánica nos permite calcular su antigüedad. De esta forma, la evaluación de las cantidades relativas de átomos de carbono con masas atómicas 12, 13 y 14, nos permite dilucidar el origen (antropogénico, vegetación terrestre o fotosíntesis marina) del carbono orgánico e inorgánico del océano.

Los análisis de isótopos de carbono son tediosos, caros y requieren de instrumentación -espectrómetros de masas- pesados y delicados que no pueden portarse a bordo de buques oceanográficos que presentan movimientos (¡y qué movimientos los que hemos tenido en los primeros cinco días a bordo del Hespérides!) que perturban a sus sensibles sistemas de detección. Sin embargo, a bordo de este buque oceanográfico portamos dos instrumentos basados en tecnología láser diseñados recientemente que permiten evaluar la composición isotópica del carbono y del oxígeno e hidrógeno del vapor de agua atmosférico. Curiosamente estos equipos se diseñaron originalmente para ir montados en los vehículos que en las misiones Mars Pathfinder y Phoenix exploraron la superficie de Marte. Llama la atención y resulta muy revelador del grado de desinterés por el océano el que se diseñen equipos para la investigación extraterrestre que jamás se han utilizado para investigar nuestro propio planeta.

Posiblemente la Expedición Malaspina 2010 sea pionera en portar estos instrumentos en un buque oceanográfico a nivel mundial y, por tanto, en emprender una evaluación global de estos isótopos en el océano. Estos equipos están conectados a una línea de agua de superficie y atmósfera que circulan por los instrumentos permitiendo la medida de estas propiedades cada medio minuto, lo que supone un nivel de detalle en la distribución de carbono y sus distintos isótopos sin precedente hasta la fecha.

En la semana que llevamos navegando desde la salida de Cádiz hasta alcanzar los 18º Norte hemos ya tomado más de 20.000 medidas de composición isotópica de CO2 en el agua de mar y la atmósfera. Los resultados, aún por analizar en detalle y en relación con todas las demás propiedades que vamos registrando, muestran una fuerte variabilidad en la cantidad de CO2 y su composición isotópica. Esto nos permitirá evaluar el destino del carbono antropogénico y el papel del océano como sumidero, con la potencia de los más de medio millón de medidas que esperamos recoger cuando hayamos completado los siete meses de navegación previstos.

Antonio Delgado y Carlos M. Duarte son investigadores del CSIC en, respectivamente, el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra del CSIC y la Universidad de Granada y el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, del CSIC y la Universidad de les Illes Balears.

Fuente: El País

viernes, 24 de diciembre de 2010

Scientists find gene linked to congenital heart defect























by Kitta MacPherson

A gene that can cause congenital heart defects has been identified by a team of scientists, including a group from Princeton University. The discovery could lead to new treatments for those affected by the conditions brought on by the birth defect.

Princeton researchers focused on identifying and studying the gene in zebrafish embryos, and the team's work expanded to include collaborations with other groups studying the genetics of mice and people.

"This work really showcases the use of collaborative science and multiple model systems to better understand human disease," said Rebecca Burdine, an assistant professor of molecular biology at Princeton who led her team.

The newly discovered gene, called CCDC40 (for "coiled coil domain containing protein 40"), controls right-to-left patterning as tissues develop, a critical factor in the configuration and effectiveness of organs. Scientists found the gene by zeroing in on zebrafish and mice in which the placement, and sometimes the internal structure, of organs is disrupted or reversed. While these so-called "left-right patterning" defects occur very rarely in zebrafish and mice, they occur at high frequency in the animals with mutated CCDC40 genes. Their study will be published online in Nature Genetics on Dec. 5. A separate paper by another group identifying a sister gene, CCDC39, based on studies of genes in sheepdogs, appears in the same edition of the science journal.


Loss of the gene that produces the protein CCDC40 in zebrafish (identified here as the locke mutant) or mice (links mutant) leads to defects in the asymmetric placement of organs in the body. The organ placement of normal zebrafish and mice are seen in the upper left and right panels. In zebrafish embryos, the heart (dark region in upper left panel) is labeled showing the atrium (A) and the ventricle (V). Similarly, the view in the upper right shows the heart (RV, right ventricle) and other organs, stomach (S) and right and left lungs (RL and LL) in the proper places. The bottom left and right panels illustrate asymmetric placement of organs in zebrafish and mice embryos caused by the mutant gene. (Image courtesy of Rebecca Burdine and Irene Zohn)
"We used the strengths of different model organisms to gain an understanding of how a novel protein, produced by this new gene, functions," said Irene Zohn, who led a research group studying mice genetics at the Children's National Medical Center in Washington, D.C., and is one of the first authors on the CCDC40 study with Burdine's group. A third group, led by physician Heymut Omran and based at University Hospital in Freiburg, Germany, rounded out the team, with other individual participants located elsewhere. "These findings would not have been possible without the collaborations between the three groups," Zohn added.

The collaboration started several years ago when Zohn contacted Burdine, a renowned expert in the study of left-right patterning in animals. Developmental biologists such as Burdine investigate what factors contribute to patterns in vertebrates relating to symmetry and leading to where organs are placed in the spatial configuration of the body. In humans and many animals, for example, the heart is usually situated on the left side with the liver at its lower right. Flaws in left-right patterning can lead to congenital heart defects in humans.

It is estimated that one in 10,000 people have a condition known as situs inversus, when the left-to-right patterning in the body is switched. In most cases, there are no adverse consequences of this condition, but problems arise when perturbations in the patterning signals produce reversals within organs, including heart structures such as the aorta and pulmonary artery. In rare circumstances, the heart can be located on one side without any supporting structures around it such as arteries and veins. That condition can be fatal.

Zohn and her research team had found a gene in mice that, when mutated, appeared to lead to disruptions in left-right patterning causing heart defects. She asked Burdine if she could locate a similar gene in zebrafish. When Burdine studied the mouse gene found by Zohn's team and its location in the spool of genetic matter known as the genome, Burdine realized that her team knew of a gene mutation in zebrafish that was in the same general area of the zebrafish genome. Upon further study, however, Burdine and her team found that the mouse and zebrafish genes were not only in the same general area of their relative genomes -- they were the same gene.

At that point, the teams tracked where the genes were expressed in mice and fish to better understand their function. The groups found that the genes were specifically turned on in cells that produce motile cilia, important hair-like fibers that project from the surface of cells.

Burdine reasoned that zebrafish embryos with the mutated version of the gene also should possess some sort of defect in the cilia themselves. However, views of the cilia in zebrafish embryos through normal lab microscopes showed nothing beyond the ordinary.

For a closer look, Burdine employed a special transmission electron microscope. She examined the microscopic cilia in the zebrafish with the mutation in CCDC40 and compared those images with zebrafish with the normal gene. The cilia in the zebrafish with the mutations "were disrupted in their structure in a way I had never seen before," Burdine said.

She sent the images to Omran, who was treating people with a disorder known as primary ciliary dyskinesia or PCD. These patients suffer from a defect in the action of the cilia lining the respiratory tract. Normally, cilia beat rhythmically, moving mucus toward the throat. If cilia are impaired, however, they cannot reduce or remove mucus from the lungs, leaving people with the disorder susceptible to chronic recurrent respiratory infections, including bronchitis and pneumonia. Since motile cilia also are required for proper left-right patterning, these patients also often have defects in organ positioning.

Of the 26 patients with similar cilia structural defects tested by Omran, some 17 were found to have mutated versions of the gene CCDC40. In addition to the respiratory ciliary disorder, the patients also suffered from congenital heart defects. This finding provided evidence of a link between the cilia-induced respiratory disorder and the heart problems.

By knowing the gene and the properties conferred by its mutated version, scientists may be able to better treat those with the mutant gene and its accompanying respiratory disorders. Researchers eventually may be able to devise genetic repairs to impaired cilia, Burdine said. Because some congenital heart defects can be surgically repaired, it will be important for those individuals to understand whether or not they may be at risk for passing their defect on to their own children. In the future, it may be possible to screen for mutations in CCDC40 to help determine the risk of congenital heart defects.

In addition to Burdine, Princeton scientists on the paper included: Noriko Okabe, a former postdoctoral fellow; Kari Baker Lenhart and Jason McSheene, graduate students; and Jessica Sullivan-Brown, a former graduate student, all in the Department of Molecular Biology.

In the United States, teams included those at: the Children's National Medical Center in Washington, D.C.; the Howard Hughes Medical Institute at the University of Colorado in Denver; and the Sloan-Kettering Institute in New York. In Germany, teams included those at: the University Hospital Freiburg; the Klinik und Poliklinik für Kinder- und Jugendmedizin-Allgemeine Pädiatrie-Universitätsklinikum in Münster; Albert-Ludwigs-University in Freiburg; the Max Planck Institute for Plant Breeding Research in Köln; and the Max Planck Institute for Developmental Biology in Tübingen. Other groups were based at: the National Medical Center and the Pediatric Institute Svabhegy, both in Budapest, Hungary; and Copenhagen University Hospital in Denmark.

Support for the research included funding from the American Recovery and Reinvestment Act, the federal economic stimulus bill enacted last year, and also from the National Institute of Child Health and Human Development of the National Institutes of Health, the March of Dimes Foundation, the Spina Bifida Association, the German Human Genome Project and the Howard Hughes Medical Institute.

Fuente: Princeton University

El Universo, Astrobiología (2).




¿Existe vida en otros planetas? La astrobiología es una nueva ciencia especulativa que busca vida en el espacio mediante la combinación de las disciplinas científicas de la astronomía, la biología y la geología. ¿Cómo evolucionó la vida en la Tierra? ¿Cómo será la vida en otros planetas? Un diverso grupo de científicos dará respuesta a éstas y otras preguntas relevantes. Los espectadores visitarán la región de Pilbara en el oeste de Australia, donde se han descubierto las pruebas más antiguas de la vida sobre la Tierra. También viajarán a las lunas de Júpiter y Saturno para poner a prueba la teoría de que podría existir vida en las nubes de Venus. Finalmente, observarán cómo se realizan los experimentos para ver si existe vida en los exo-planetas o planetas extrasolares, planetas similares a la Tierra que se encuentran más allá de nuestro Sistema Solar.


De los planetas a las estrellas y al borde de lo desconocido, la historia y la ciencia chocan en esta épica exploración del Universo y sus misterios. Es un universo muy antiguo. Sin embargo, a tan sólo 50 años desde que el primer hombre se aventurara en el espacio ultraterrestre, los cielos están dando sus mayores secretos. Telescopios espaciales que capturan violentas imágenes del nacimiento de estrellas y su caída en agujeros negros. Todos han cambiado de manera significativa la manera en que nos vemos a nosotros mismos. Uso de vanguardia en gráficos por ordenador, esta serie lleva el universo a la tierra para mostrar cómo sería la vida en otros planetas, y de imaginar qué tipo de formas de vida podría evolucionar en atmósferas exóticas. Estos episodios examinan los descubrimientos que fueron realizados y que científicos y exploradores que se atrevieron a aventurarse en el territorio inexplorado del universo.

Serie documental emitida por History Channel.

El ámbar y la nanotecnología triunfan en el certamen de fotografía científica 2010




















El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) han concedido los premios Fotciencia 2010, un certamen nacional de fotografía científica cuyo objetivo es acercar la ciencia y la tecnología a los ciudadanos a través de una visión artística y estética de ambos campos de conocimiento.

El primer premio en la categoría General ha correspondido a la imagen El comienzo del ámbar, de Pedro Ramos. La fotografía muestra el inicio de un proceso que dura millones de años a partir del momento en el que el árbol muere y la gota de resina, en este caso con un mosquito dentro, se polimeriza, ayudada por el enterramiento entre areniscas o calizas, ha explicado su autor. Estos trozos de ámbar tienen una importancia vital en el conocimiento de algunos seres vivos ancestrales, pues en su interior conservan datos como el ADN que pueden aportar información fundamental sobre las características originales de estos seres.

Noche estrellada de Van Gogh (Sterrennacht) es el título de la instantánea que ha obtenido el primer premio en el apartado Micro, de Martí Busquets Fité y Miriam Varón. "Es una imagen de microscopía óptica", precisan los autores, consecuencia de la "observación de hilos de cobalto formados a partir de nanopartículas magnéticas de cobalto de ocho nanómetros previamente sintetizadas. Estas partículas se autoensamblan tras ser depositadas sobre una superficie de grafito altamente orientado, dando lugar a bellas estructuras filamentosas y entrelazadas".

Estos dos galardones principales están dotados cada uno con 2.400 euros.

En la categoría La ciencia y tú, de nueva creación, ha sido distinguida una fotografía de Beatriz Fernández Muñoz que muestra dos células expresando una proteína verde fluorescente en su citoplasma. Una de las células ha adoptado una forma circular y la otra está estirándose para moverse hacia otro sitio. Según la autora, la foto representa lo que la ciencia causa entre los científicos: admiración. "Cuando haces un experimento siempre esperas un cierto resultado, tienes una hipótesis, pero muchas veces lo que encuentras es radicalmente diferente a lo que pensaste y normalmente mucho más extraordinario y asombroso", ha señalado.

Asimismo, Marc Gasser i Rubinat ha obtenido el primer accésit en la categoría General, dotado con 1.000 euros, por su obra Derivador. En la categoría Micro, el primer accésit, dotado también con 1.000 euros, ha ido a parar a Ramón Fernández-Ruiz por la imagen Del desorden al orden. Eva Terrado Sieso ha obtenido con Sakura el Premio Extraordinario Año Internacional de la Química.

Los internautas han podido votar sus imágenes favoritas a través de la web del certamen. Las fotografías más aplaudidas en Internet en las categorías General y Micro han sido Frente a la pared de hielo, de Demetrio Calle Martínez, y Mascarada floral, de Marina Trigueros González.

Una selección de las obras premiadas viajará por toda España el año que viene.

Fuente: El País.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Crear hoy las escuelas de mañana (Redes 77)






Nunca había sido tan marcado el abismo entre dos generaciones. Mientras los niños de hoy hacen sus deberes con ayuda de Internet y crecen sumergidos en las redes sociales, los adultos y profesores siguen aplicando una educación anquilosada, basada en formas de vida de hace dos siglos, sometida a la presión de los resultados académicos y a las agendas políticas.

Richard Gerver, uno de los líderes educativos actuales más inspiradores cree en devolver la pasión por la enseñanza a los profesores y el placer del aprendizaje a los alumnos. Aunque esto no será posible hasta que los jóvenes expresen lo que esperan del mundo y la educación les ayude a encontrar su lugar en la sociedad.

Fuente: Redes para la Ciencia.

El Universo, Astrobiología (1)



¿Existe vida en otros planetas? La astrobiología es una nueva ciencia especulativa que busca vida en el espacio mediante la combinación de las disciplinas científicas de la astronomía, la biología y la geología. ¿Cómo evolucionó la vida en la Tierra? ¿Cómo será la vida en otros planetas? Un diverso grupo de científicos dará respuesta a éstas y otras preguntas relevantes. Los espectadores visitarán la región de Pilbara en el oeste de Australia, donde se han descubierto las pruebas más antiguas de la vida sobre la Tierra. También viajarán a las lunas de Júpiter y Saturno para poner a prueba la teoría de que podría existir vida en las nubes de Venus. Finalmente, observarán cómo se realizan los experimentos para ver si existe vida en los exo-planetas o planetas extrasolares, planetas similares a la Tierra que se encuentran más allá de nuestro Sistema Solar.

De los planetas a las estrellas y al borde de lo desconocido, la historia y la ciencia chocan en esta épica exploración del Universo y sus misterios. Es un universo muy antiguo. Sin embargo, a tan sólo 50 años desde que el primer hombre se aventurara en el espacio ultraterrestre, los cielos están dando sus mayores secretos. Telescopios espaciales que capturan violentas imágenes del nacimiento de estrellas y su caída en agujeros negros. Todos han cambiado de manera significativa la manera en que nos vemos a nosotros mismos. Uso de vanguardia en gráficos por ordenador, esta serie lleva el universo a la tierra para mostrar cómo sería la vida en otros planetas, y de imaginar qué tipo de formas de vida podría evolucionar en atmósferas exóticas. Estos episodios examinan los descubrimientos que fueron realizados y que científicos y exploradores que se atrevieron a aventurarse en el territorio inexplorado del universo.

Serie documental emitida por History Channel.

Andalucía Polar



















Texto: Lucrecia Hevia

Investigadores del Instituto Andaluz de Geofísica desembarcando en Decepción
Rosa Martín (de Málaga) y Enrique Carmona (de Granada), ambos del Instituto Andaluz de Geofísica de la Universidad de Granada, ya navegan rumbo a la isla volcánica de Decepción en el buque militar Las Palmas. Salieron el 10 de diciembre de Andalucía, viajan con el Ejército y serán los primeros en llegar. Sin ellos, no se abrirá la Base Española Gabriel de Castilla. Sin ellos, no se podrán iniciar las investigaciones. Son parte del grupo de trabajo que coordina Inmaculada Serrano y son responsables de fijar el nivel de lo que llaman "semáforo de alerta volcánica"; es decir: "determinamos si la actividad sísmica de la isla es peligrosa, explica la profesora Serrano, que lleva ya tres campañas. Es una misión, entre otros aspectos, de protección civil de la base, ya que velamos por la seguridad de los investigadores en la zona y de los turistas que se acercan a Decepción en crucero", subraya.

A una engañosa temperatura media de 1 ó 2 grados, -"porque la sensación térmica por el viento es de 20 o 30 grados bajo cero" siguen un estricto protocolo. Llegan a la isla, y estudian si presenta la misma geomorfología que cuando se fueron el año anterior."Si es así y el tiempo lo permite (el año pasado tardaron 10 días por la nieve), bajan a la playa acompañados del jefe logístico de la base. Entierran un sensor sísmico y, durante cuatro horas controlan la actividad para comunicar al comandante del buque Las Palmas y, a su vez, al Comité Polar en Madrid que es el que autoriza la actividad, que es posible iniciarla”.

Sin embargo, la profesora Serrano destaca que, además de esta tarea de seguridad, su objetivo es "puramente científico". Bajo el título Seguimiento de la actividad sismovolcánica en isla Decepción, llevan desde 1994 midiendo la actividad sísmica del volcán, y los terremotos de Largo Periodo (es decir, los producidos por las explosiones en cavidades internas del volcán). "Estamos hablando de un volcán puro, donde registramos terremotos sin ruido de la civilización. Estas mediciones nos sirven para hacer trabajos de correlación de ruido, para comparar, para buscar el patrón de comportamiento de este volcán concreto y cotejarlo con otros activos", explica Inmaculada Serrano. Para ello, usan, desde hace dos años, comunicaciones vía WIFI. "Nos sirven para traer los datos de cada estación en tiempo real, además de que es mucho más práctico porque les afectan menos las inclemencias como el viento".

Del Instituto Andaluz de Geofísica de la Universidad de Granada, también es el proyecto Mantenimiento de estaciones sísmicas de banda ancha para el análisis de la estructura cortical en el área de las Shetland del Sur, coordinado por Javier Almendros. "Hemos instalado estaciones sísmicas permanentes en tres puntos del Antártico (...), separadas entre sí por unos 250 km, que cruzan el llamado Rift de Bransfield, una zona del planeta donde encontramos diferentes ambientes tectónicos a pequeña escala y donde queremos medir el comportamiento de la corteza ante la actividad sísmica. Aunque hace falta un largo registro de datos sobre terremotos lejanos (en los que la energía atraviesa el interior de la tierra e inciden verticalmente) y sólo llevamos tres años", asegura.

Para ello han decidido experimentar con un sismómetro electroquímico que no lleva masa como la mayoría sino un fluido que, con las vibraciones, produce una corriente eléctrica. "No necesita ser nivelado a cada tanto y ha resistido bien los embates del invierno antártico", aclara Almendros. Además, se trata de un sistema de bajo impacto ambiental y de poco consumo. "Cuenta con un sistema de energía a partir de placas solares y generadores eólicos, y un banco de baterías para que aguante en periodos sin luz ni viento. Además, para reducir el consumo de energía, no se transmiten los datos sino que se registran localmente en un disco duro que hay que procesar cada año". Así que, Almendros, que ya ha participado en cuatro expediciones, envía este año a José Benito Martín Martínez y a José Morales Soto, otros dos miembros del Instituto Andaluz de Geofísica ("a mí no me toca esta vez") a mantener y revisar las estaciones, y a recoger los datos.

"Todo lo que sabemos sobre vulcanología lo hemos aprendido en Decepción"

La tarea del equipo de Manuel Berrocoso, de la Universidad de Cádiz, es complementar la labor del Instituto Andaluz de Geofísica en lo relativo a medidas de seguridad ante riesgo sísmico. Pero su labor científica se centra en la medición de las alteraciones en superficie que genera la actividad volcánica a partir de modelos matemáticos.

Berrocoso, que lleva participando en estas campañas desde el principio, en 1988/89, ejerce de memoria de la aventura antártica. "Gracias al almirante Catalán, del Real Instituto y Observatorio de la Armada de San Fernando, uno de los polos de desarrollo de la campaña antártica se estableció en Andalucía, junto al otro polo original, ubicado en el centro de Ciencias Marinas del CSIC en Barcelona. Esta experiencia antártica ha ayudado, sin duda, al desarrollo de la geodésica y la sísmica volcánica. Se puede decir que todo lo que sabemos sobre esto lo hemos aprendido en Decepción".

Él lleva ya 10 expediciones y cree que "se ha ganado en profesionalidad, rigurosidad, en medios y tecnología. Algo sencillo: en las primeras campañas los forros polares eran un exotismo, un material muy especializado que traíamos de Escocia y mira hoy – comenta Berrocoso- Lo que se ha perdido un poco es ese punto aventurero pero no hay duda de que los resultados son mejores". Sobre este tema, Almendros asegura que "no es tan fácil encontrar a gente dispuesta. Es una tarea muy exigente, de varios meses, sin domingos... Es mucho trabajo y eso que ahora las base Gabriel de Castilla, cada vez tiene más comodidades".

En cualquier caso, Berrocoso sí ha encontrado a cinco investigadores dispuestos a viajar a la Antártida para realizar tareas de vigilancia mediante técnicas geodésicas GPS (incorporadas recientemente). "Con ellas hemos eliminado el peligro de hacer mediciones sobre el terreno", explica. Además, esta año probarán un prototipo de estación multiparamétrica, es decir, que mida al mismo tiempo la actividad sísmica, la deformación de la corteza y la temperatura. Los primeros miembros del equipo de Berrocoso tendrán también que desvelar una incógnita: "el año pasado instalamos por primera vez dos mareógrafos para que hicieran mediciones en invierno (uno en cada base española) y no sabemos si seguirán allí cuando lleguemos. Sería increíble la información que nos podría proporcionar".

Para Luisa Amo, investigadora de la Estación Experimental de Zonas Áridas de Almería, éste es su primer viaje a la Antártida. Forma parte del equipo de Andrés Barbosa, llegará en enero y se encuentra "con ganas de llegar y de vivir la experiencia". Su labor se aleja de la vulcanología y la sísmica y se adentra en territorio animal. Viajará allí para estudiar "el sentido del olfato en los pingüinos".

"Se sabe muy poco del papel de la comunicación química en las aves. En este sentido los pingüinos antárticos ofrecen una excelente oportunidad para estudiar la importancia de las señales químicas en las relaciones de las aves tanto con otros individuos de su especie como con el medio que les rodea. Por un lado, los pingüinos crían en densas colonias donde el reconocimiento entre individuos es fundamental. Además, poseen un olor característico, perceptible incluso al olfato humano, que nos sugiere que las señales químicas pueden tener cierta importancia en el reconocimiento entre individuos.

Por otro lado, los pingüinos se alimentan del krill de los océanos. Creemos que para encontrarlo utilizan un compuesto que se genera cuando el fitoplancton es ingerido por el krill, el dimetil sulfuro (DMS). Esta sustancia señalaría los bancos de krill a estas aves. Para estudiar el papel del olfato en las relaciones sociales de los pingüinos así como en la búsqueda del krill del que se alimentan, se estudiará el comportamiento de los pingüinos a través de una serie de experimentos. Por ejemplo, se colocarán tanto en los caminos habituales que recorren los pingüinos hacía el mar, como en balsas en el mar, recipientes que liberen DMS al aire, y otros controles, que no emitan olor, para estudiar si los pingüinos son capaces de detectar este compuesto químico". "Queremos molestar lo menos posible a los animales –asegura Amo- tomando el número de muestras más ajustado posible, en zonas alejadas de los nidos, y sin molestar al grueso de la colonia".

Al final de la campaña, esta vez habrán pasado por la isla Decepción un total de 15 científicos relacionados con los cuatro proyectos de investigación con sello andaluz. De momento, los participantes ya han superado el reconocimiento médico de rigor, han mandado sus bultos en el buque Las Palmas, y han firmado los documentos en los que se comprometen a no acercarse a los animales, no dejar desecho alguno o no tocar las plantas. Es decir, comprometiéndose a proteger ese entorno rico, "sin ruido", ese laboratorio natural gigante y evocador que es la Antártida.

Fuente: Andalucía Investiga.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Stefano Mancuso: Las raíces de la inteligencia de las plantas







Las plantas se comportan de maneras curiosamente inteligentes: luchan contra los depredadores, maximizan las oportunidades de alimentación... Pero, ¿podemos pensar que poseen realmente una forma propia de inteligencia? El botánico italiano Stefano Mancuso presenta evidencia intrigante.

Stefano Mancuso es fundador de un estudio sobre la "neurología" de las plantas, el cuál explora la señalización y la comunicación a todos los niveles de organización biológica, desde moléculas a genes, células y comunidades ecológicas.

Fuente: TED, Ideas Worth Spreading.

Los dinosaurios vuelven al Museo Nacional de Ciencias Naturales desde el 14 de diciembre


















La sala de Geología acoge, desde el 14 de diciembre, la nueva exposición permanente del MNCN bajo el título Minerales, Fósiles y Evolución Humana.Esta exposición constituye uno de los mayores retos del Museo Nacional de Ciencias Naturales desde que en 1989 se inauguró "Historia de la Tierra y de la Vida". Ahora, veintiún años después se actualizan los contenidos científicos, expositivos y museográficos acordes con el siglo XXI. Se trata de más de 1.500 metros cuadrados de exposición completamente renovada con el objeto de mostrar el mayor número posible de piezas de las colecciones.

Esta nueva exposición sobre la Geología y la evolución en el Planeta Tierra presenta un estilo a la vanguardia de los mejores museos de historia natural, con una nueva museografía que se ha adecuado a la nueva forma de mostrar y conservar las piezas. Se han adquirido vitrinas con las más novedosas características técnicas de conservación preventiva, iluminación y formas de exposición, gracias a la aportación de 3 millones de euros realizada por el CSIC para el conjunto del mobiliario expositivo del Museo.

A lo largo de estos veinte años se han producido multitud de nuevos hallazgos paleontológicos qué están presentes en la exposición, divididos en tres grandes bloques: Paleontología, Evolución Humana y Minerales y Rocas. Los dinosaurios, de la mano de las nuevas tecnologías Una de las grandes novedades es la colección de dinosaurios procedentes de la formación Morrison (EEUU), de donde también procede el histórico Diplodocus del Museo cuya réplica fue donada por su descubridor, Mr. Carnegie, a los principales museos de Historia Natural del mundo, entre ellos el nuestro, a principios del siglo XX. Los dinosaurios constituirán uno de los grandes atractivos de la muestra ya que han sido constantemente reclamados por los visitantes del Museo mientras que la sala ha permanecido cerrada.

Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación también están muy presentes y relacionadas con los dinosaurios. Se ha instalado una mesa surface táctil y una pantalla de realidad aumentada gracias al patrocinio de Telefónica. Estos
elementos supondrán un gran atractivo para todos los visitantes que podrán "sostener" dinosaurios animados en sus manos, explorar los diferentes yacimientos paleontológicos del mundo, navegar por la línea del tiempo observando las distintas especies que habitaron nuestro planeta o las grandes extinciones que se han producido, así como jugar a reconstruir imágenes y vídeos del pasado más remoto.

Otro protagonista indiscutible de esta exposición la pieza fósil más valiosa del Museo, el megaterio americano que llegó al MNCN hace 200 años, procedente de Luján, Argentina. Este fue el primer esqueleto fósil montado en su postura anatómica y el primer fósil que describió con la nomenclatura linneana: Megatherium americanum. Para crear una perfecta ambientación, una decena de módulos expositivos muestran recreaciones de paisajes de distintos periodos geológicos. Incluyen invertebrados, grandes reptiles y mamíferos, ya extinguidos, en el que fue su ambiente natural.

Los grandes pasos de la humanidad

La zona de la exposición humana comienza con la recreación de un corte de terreno de cinco metros de altura con fósiles de las diferentes etapas. Además el Museo ha adquirido réplicas de las piezas más representativas del registro fósil de los homínidos, de Africa, Asia y Europa. De este modo la muestra cuenta con recreaciones de homínidos en "carne y hueso" cedidos por el Planetario de Madrid (Ayuntamiento de Madrid) y una colección de industria lítica. También piezas tan representativas como las primeras huellas de andar bípedo, de Laetoli, y la tumba neandertal de La Chapelle-aux-Saints.

Más de 200 meteoritos

Por otra parte, la exposición de minerales muestra una gran colección incluyendo representantes históricos de yacimientos actualmente agotados como los azufres de Conil (Cádiz), que datan de la época de Carlos III, y las piromorfitas de cristalización acicular de El Horcajo (Ciudad Real). También es de interés histórico la obsidiana pulida conocida como "el espejo de los incas". Asimismo se muestran oro, plata, platino y piedras preciosas, naturales y talladas, destacando la colección de esmeraldas de Colombia.

Se exponen más de 200 meteoritos procedentes de todo el mundo, desde unos pocos gramos a más de 200 Kg de peso y la mejor colección de meteoritos caídos en España, desde ejemplares de 1773 hasta los del siglo XXI que aún se están investigando.

Esta exposición se trata de una gran apuesta del Museo Nacional de Ciencias Naturales para mostrar un mayor número de piezas de las colecciones así como los más recientes trabajos de investigación relacionados con las disciplinas de la muestra. En ella se combinan entretenimiento, divulgación, rigor científico y nuevas tecnologías de una forma armónica y adecuada a las demandas museísticas actuales. Constituye por lo tanto todo un ejemplo de colaboración entre las 3 áreas que forman esta institución tan emblemática y especial del CSIC, las exposiciones, las colecciones y la investigación.

Fuente: Museo Nacional de Ciencias Naturales

Esperanza para el oso polar si se reducen las emisiones

Un nuevo estudio descarta el punto de no retorno en la disminución del hielo ártico















Los osos polares fueron añadidos a las especies amenazadas hace casi tres años al tiempo que su hábitat, el hielo ártico, disminuía debido al calentamiento global. Sin embargo, un nuevo estudio ha encontrado que si se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero para mitigar el aumento de temperaturas en el próximo decenio, puede quedar suficiente hielo en el Ártico durante el final del verano y el principio del otoño para la supervivencia de los osos polares (Ursus maritimus), considerados la especie centinela de este océano.

Esta especie depende de poder acceder al agua a través del hielo para capturar focas, su principal alimento. Cuando no hay hielo los osos pierden peso rápidamente y cada vez los periodos sin hielo son más largos. "El beneficio de la mitigación para los osos es sustancial", afirma Steven Amstrup, que dirigió el trabajo. Como especie centinela también será sustancial para el medio ambiente en general.

"La proyección que hicimos en 2007 se basaba únicamente en el escenario de referencia, con ausencia de nuevas medidas de control de las emisiones", dice Amstrup, investigador jubilado del Servicio Geológico de Estados Unidos y científico en la organización conservacionista Polar Bears International. "El resultado era bastante sombrío, pero no consideraba la posibilidad de mitigación de los gases de efecto invernadero". Aquel estudio calculaba que solo un tercio de los 22.000 osos polares sobreviviría a mediados de este siglo si continúa la disminución de la superficie helada.

La fuerte pérdida de hielo del mar Ártico con el cambio climático ha conducido a predicciones que señalan un umbral a partir del que la disminución de hielo es irreversible y que llevaría a la desaparición del hábitat del oso polar. Sin embargo el estudio actual concluye que este umbral, o punto de no retorno, en realidad no existe y que la relación es lineal.

Se ha utilizado un modelo de circulación general del clima con un componente de hielo marino especialmente sensible al aumento de la temperatura y se ha cruzado con los datos disponibles sobre la interacción con el ambiente de los osos polares. "Nuestra investigación da un mensaje de esperanza, lleno de promesas, pero también es un incentivo para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero" señala Cecilia Bitz, de la Universidad de Washington, que ha hecho el modelo modificado. De todas formas es demasiado pronto para cantar victoria, matiza Armstrup, que ha dirigido la investigación que publica la revista Nature. "Existe la probabilidad, bastante grande, que de los osos polares desaparezcan totalmente en dos de las cuatro regiones árticas que hemos tenido en cuenta en este estudio".

Nivel de emisiones para la supervivencia

El escenario en el cual es probable la supervivencia de los osos polares durante este siglo al menos es aquel en el que se estabiliza el nivel de dióxido de carbono equivalente en 450 partes por millón. En la actualidad el nivel es de unas 388 partes por millón y, si no se toman medidas, se espera que se eleve hasta 700 a final de siglo. Para estabilizarlo, es necesario tomar medidas bastante radicales, señalan los especialistas.


Fuente: El País.

'Nature' censura el mutismo de los astrobiólogos de la NASA sobre la bacteria del arsénico

Los autores del trabajo publicado en 'Science' se niegan a intervenir en el vivo debate en Internet












En un artículo editorial poco corriente, la revista Nature censura el mutismo de los autores del trabajo sobre una bacteria que supuestamente es capaz de vivir del arsénico, ante la tormenta de críticas que está recibiendo su estudio. El trabajo se publicó en Science, principal rival de Nature en el mercado editorial científico.

Los científicos tienen que cambiar sus esquemas mentales para responder a lo que pasa en Internet, señala Nature bajo el título: "Se pide una respuesta". La tradicional revisión por pares de un trabajo antes de su publicación no es ya la única forma de obtener la verdad en caso de opiniones dispares. "En este caso, gran parte de las críticas provenían precisamente de los pares". Dada la publicidad de la que la NASA rodeó el anuncio y a la que los autores se sumaron, una respuesta rápida, aunque provisional, por parte de los autores a las críticas sería una reacción mejor, opina la revista.

La discusión en Internet es un complemento aunque no un sustituto de la revisión por pares, opina Nature, pero todavía no tiene la misma consideración en el mundo científico. Su contribución a establecer la importancia de un hallazgo puede ser mayor que la de los periodistas científicos en los medios de comunicación tradicionales, es su tesis, aunque no explica cómo los científicos pueden comentar un hallazgo que no conocen antes que los periodistas porque las revistas exigen a los autores mantener el secreto antes de su publicación.

El tema sigue muy vivo en Internet, y los comentarios a cada texto en las webs y blogs más importantes se cuentan por centenares. Como dice el editorial: "Al final la verdad científica prevalecerá, como sucede normalmente. Mientras tanto, los investigadores deben aceptar las duras verdades sobre la velocidad y la extensión de la crítica digital".

Fuente: El País.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Renovar los esfuerzos de contención de la resistencia a los antimicrobianos




















Krisantha Weerasuriya a, John Stelling b & Thomas F O'Brien b

a. Departamento de Medicamentos Esenciales y Políticas Farmacéuticas, Organización Mundial de la Salud, 20 Avenue Appia, 1211, Ginebra 27, Suiza.
b. Department of Medicine, Brigham and Women's Hospital, Boston, United States of America.

Dirigir la correspondencia a Krisantha Weerasuriya (e-mail: weerasuriyak@who.int).

Boletín de la Organización Mundial de la Salud 2010;88:878-878. doi: 10.2471/BLT.10.084236

Un artículo de investigación publicado en el Boletín este mes por Togoobaatar y cols. muestra que en Mongolia más del 40% de los niños reciben antibióticos sin receta médica para infecciones respiratorias.1 En otro trabajo publicado recientemente por Kumarasamy y cols. se subraya la grave amenaza que representan las "superbacterias" con NDM-1 (Nueva Delhi metalo-β-lactamasa-1), poco vigiladas y para las que no existe un tratamiento eficaz.2 Transcurridos casi diez años desde que se publicó la Estrategia Mundial OMS para la Contención de la Resistencia a los Antimicrobianos, la Organización Mundial de la Salud ha anunciado que este es el tema elegido para el Día Mundial de la Salud 2011.3

Problema grave que afecta a la raíz misma de la lucha contra las enfermedades infecciosas, la resistencia a los antimicrobianos podría detener los progresos conseguidos en ese terreno o incluso provocar un retroceso. Aunque es una respuesta natural de los microbios, la resistencia puede contenerse si se procura usar correctamente los antibióticos. Los países de Europa occidental han logrado disminuir la tasa de resistencia a los antimicrobianos de algunos agentes patógenos aplicando un enfoque múltiple en el marco de unos sistemas de salud bien regulados.4 La vigilancia integrada del consumo de antibióticos y la resistencia a los mismos, una educación de prescriptores y consumidores coordinada y financiada por la administración pública, y la regulación de su uso en comunidades y hospitales han demostrado que es posible contener la resistencia a los antimicrobianos. Lamentablemente, incluso en sistemas bien regulados, como los de Europa, la resistencia de algunos agentes patógenos sigue aumentando sin cesar, y el uso de antibióticos fuera del sistema de salud, especialmente en el ámbito veterinario, sigue planteando problemas.

Y qué decir sobre el mundo en desarrollo, donde la regulación es mucho menor, los medios diagnósticos son escasos y la atención sanitaria integral es solo una posibilidad remota. Unos servicios de salud fragmentados, sobre todo en el sector privado con fines lucrativos, favorecen el uso indebido o abusivo de los antibióticos.5 Dada la escasa vigilancia aplicada, se desconoce la verdadera magnitud de la resistencia a los antimicrobianos, y solo la irrupción espectacular de gérmenes como los armados con NDM-1 logra despertar la atención frente a este problema.

Tenemos conocimientos científicos suficientes sobre la manera de usar adecuadamente los antibióticos. Estos solo son eficaces contra algunos de los microorganismos, deben tomarse en dosis precisas y durante un tiempo determinado, y carecen de eficacia en las infecciones virales. ¿Por qué, entonces, esa forma de actuar contraria a la evidencia?

Un factor es la idea errónea de que todas las infecciones responden a los antibióticos. A muchos enfermos les parece que efectivamente así es, pero lo que ocurre es que, por ejemplo, cuando un paciente con una infección respiratoria de carácter vírico se recupera después de tomar amoxicilina, ello se debe por lo general a la evolución natural de la enfermedad, no a la amoxicilina (en muchos casos se considera que un efecto secundario del antibiótico como es la diarrea es de hecho un síntoma de la enfermedad). Las madres se sienten más tranquilas si administran a sus niños antibióticos en lugar de tratarlos con paracetamol e inhalaciones. Los médicos prescriben antibióticos para simples infecciones víricas en pacientes por lo demás sanos para prevenir posibles infecciones bacterianas secundarias, pese a que hay ensayos clínicos de calidad que demuestran la nula eficacia de esa profilaxis. En el mundo en desarrollo los farmacéuticos despachan fácilmente antibióticos sin receta, pues sus ingresos dependen de las ventas más que de un sueldo o de honorarios profesionales. Las compañías farmacéuticas, además, pueden promover la venta de antibióticos independientemente de las necesidades de los pacientes. Por último, la mayoría de los antibióticos, debido a su inocuidad y a la brevedad del tratamiento, se prestan a un uso abusivo; los pacientes a menudo toman antibióticos por propia iniciativa, mientras que muy pocos tomarían antihipertensivos por su cuenta.

Combatir estos comportamientos en entornos caracterizados por una mala infraestructura sanitaria, una escasa regulación y una educación sanitaria insuficiente constituye todo un reto. Los continuos llamamientos para regular mejor los medicamentos no deben ser un obstáculo para garantizar un acceso apropiado a los mismos; el uso de antibióticos continuará creciendo en los países de ingresos bajos y medios para satisfacer las necesidades aún no cubiertas, pero esa mayor utilización debe vincularse a un uso racional. Las mejoras del acceso a los medicamentos que no se acompañen de mejoras significativas de la forma de usarlos tendrán graves consecuencias, entre ellas la continua aparición de superbacterias y de infecciones intratables. Afortunadamente, un mejor uso de los antibióticos en general reduce los costos sanitarios, pues la mayor parte de los antibióticos empleados en la mayoría de las comunidades son innecesarios.

La contención de la resistencia a los antimicrobianos es el tema del Día Mundial de la Salud 2011. La Organización Mundial de la Salud está elaborando un conjunto de políticas integrales para los ministerios de salud dirigida a casi todas las partes interesadas. Esto debería ser una oportunidad para poner en marcha medidas sostenibles encaminadas a contener la resistencia, fomentar la toma de conciencia y la educación sobre el problema por medios electrónicos, y realizar un seguimiento y frenar la propagación de la resistencia introduciendo mejoras en el apoyo informático y el apoyo a las decisiones clínicas a través del desarrollo y uso de medios diagnósticos de cabecera.

Sea como fuere, conviene recordar a las madres de Mongolia. A menos que el paquete global de medidas mitigue su preocupación, los antibióticos se seguirán usando de forma indiscriminada. Unas medidas de regulación, educación y atención sanitaria que tengan en cuenta los factores socioculturales y económicos y hagan uso de las mejoras de la comunicación global deben ser un componente crucial de los esfuerzos renovados de contención de la resistencia a los antimicrobianos.

Referencias
Togoobaatar G, Ikeda N, Ali M, Sonomjamts M, Dashdemberel S, Mori R, et al., et al. Survey of non-prescribed use of antibiotics for children in an urban community in Mongolia. Bull World Health Organ 2010; 88: 930-936.
Kumarasamy KK, Toleman MA, Walsh TR, Bagaria J, Butt F, Balakrishnan R, et al., et al. Emergence of a new antibiotic resistance mechanism in India, Pakistan, and the UK: a molecular, biological, and epidemiological study. Lancet Infect Dis 2010; 10: 597-602 doi: 10.1016/S1473-3099(10)70143-2 pmid: 20705517.
WHO global strategy for containment of antimicrobial resistance. Geneva: World Health Organization; 2001 (WHO/CDS/CSR/DRS/2001.2).
Annual report EARSS. 2008. Stockholm: European Antimicrobial Resistance Surveillance System; 2009.
Medicines use in primary health care in developing and transitional countries: fact book summarizing results from studies reported between 1990 and 2006. Geneva: World Health Organization; 2009 (WHO/EMP/MAR/2009.3).

Fuente: Organización Mundial de la Salud.