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domingo, 20 de febrero de 2011

El ejercicio de resistencia intenso podría provocar fibrosis y arritmias cardíacas







El ejercicio de resistencia continuado durante años podría provocar alteraciones en la estructura y función cardíaca y crear un sustrato para padecer arritmias. Así lo demuestra un estudio publicado en la revista Circulation y liderado por el Dr. Lluis Mont, la Dra. Anna Serrano-Mollar, el Dr. Josep Brugada, la Dra. Gemma Gay-Jordi, la Dra. Begoña Benito del Hospital Clínic de Barcelona/IDIBAPS/IIBBCSIC; en colaboración con el Dr. Stanley Nattel del Montreal Heart Institute y la Universidad de Montreal, en Quebec, Canadá.

El objetivo del estudio, de 5 años de duración, fue determinar en un modelo animal los efectos crónicos del ejercicio a largo plazo. La Dra. Gemma Gay-Jordi explicó que los investigadores del equipo del Clínic sometieron a un grupo de ratas a 1 h de ejercicio diario intenso durante 4, 8 y 16 semanas —lo que en humanos podría ser el equivalente a un entrenamiento diario durante 10 años—; y compararon sus corazones con el de otro grupo de ratas sedentarias (grupo control).

Durante este tiempo observaron anomalías en la estructura del músculo cardíaco (fibrosis) en las ratas sometidas al ejercicio intenso, especialmente en aurículas y ventrículo derecho. Esto sugiere una relación directa del esfuerzo de resistencia realizado durante años de forma continuada con las probabilidades de sufrir una arritmia cardíaca. Ello correlaciona con las observaciones clínicas de una mayor probabilidad de sufrir fibrilación auricular a largo plazo en atletas de resistencia. La investigación demostró también que estos daños son reversibles; tras 4 semanas de reposo, los corazones de las “ratas atletas” empezaron a recuperarse. No obstante, los investigadores consideran que hay un punto de no retorno, que, según apuntó el Dr. Mont, “todavía no hemos identificado”.

De la intuición a la certeza

De hecho, según el Dr Brugada, esta investigación en un modelo animal “demuestra científicamente por vez primera lo que los médicos ya intuíamos por nuestra experiencia clínica diaria y, desde el punto de vista práctico, nos permite extraer tres conclusiones: que el ejercicio físico es beneficioso, salva vidas y previene la muerte súbita; que antes de practicarlo o de reanudar su práctica si lo habíamos abandonado durante un tiempo debemos estar seguros de que nuestro corazón funciona con normalidad y, por último, que cualquier persona que practique ejercicio físico de resistencia de forma prolongada debe pasar controles regularmente para estar seguro de que su corazón sigue respondiendo bien al sobreesfuerzo”.

El Dr Brugada, firme defensor de la obligatoriedad de un certificado de aptitud cardiológica antes de practicar deporte, afirmó que, en su opinión, a todos los niños se les debería realizar una exploración física y un electrocardiograma, ya que todos practican algún tipo de deporte en la escuela y fuera de ella, y sólo en el caso de que haya alguna sospecha de que algo va mal, haríamos otras pruebas”.


Fuente: Revista Jano.

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