El mosquito de la malaria predominante en África, el Anopheles gambiae, elige a sus víctimas humanas por el olfato (algo así como si pensara: huele a humano, luego es alimento). Esto se suponía, sin embargo, no se conocía cómo lo hace -qué compuestos del olor humano, presentes en el sudor, capta con sus receptores olfatorios y cuáles son éstos-. Por tanto, no se podían diseñar trampas o repelentes tan selectivos y eficaces como probablemente se podrá hacer a partir de ahora.
Investigadores de las universidades de Yale y de Vanderbilt (EE UU) han identificado en este mosquito más de dos docenas de receptores que detectan compuestos químicos del sudor humano. El director del estudio, John Carlson, fue el primero que identificó estos receptores en insectos y lo hizo en 1999 en la mosca del vinagre. "El mundo necesita urgentemente nuevas vías para controlar estos mosquitos, que sean efectivas, baratas y seguras para el ambiente", ha declarado Carlson. "Algunos de estos receptores podrían constituir dianas excelentes para controlar el comportamiento del mosquito".
Lo que publica la revista Nature es una lista de 27 receptores, que responden muy selectivamente al olor humano. Algunos compuestos de éste sólo activan uno o dos de los receptores.
Los investigadores diseñaron una ingeniosa estrategia en la que han utilizado la mosca del vinagre para estudiar el sistema olfativo del mosquito. Se valieron de moscas mutantes a las que les falta un receptor olfatorio. Activaron sistemáticamente los genes de los 72 receptores del mosquito en células olfatorias de moscas a las que les faltaba el receptor correspondiente. Después, las moscas fueron expuestas a una serie de olores y se analizaron las respuestas de cada receptor. En el experimento se grabaron 27.000 respuestas de este sistema olfativo mixto mosquito/mosca.
En 27 de los 72 receptores se encontraron respuestas especialmente fuertes frente a compuestos químicos presentes en el sudor humano, como el 2-etilfenol. "Estamos ahora revisando compuestos químicos que puedan interactuar con estos receptores", explica Carlson. "Los compuestos que bloquean estos receptores podrían reducir la capacidad de los mosquitos de encontrarnos y los que excitan algunos de estos receptores podrían ayudar a atraer a los mosquitos a trampas o repelerlos. Es posible que los que mejor atraigan o repelan sean mezclas de muchos compuestos".
Fuente: El País.
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