El especialista en Genética del Desarrollo y Biología Molecular Ginés Morata relata los grandes avances que consiguen las ciencias genómicas para la sociedad. Entre ellos, la identificación de un gen en algunas especies de gusanos que está asociado a la longevidad, o el desarrollo de nuevos fármacos contra el cáncer. Ha conseguido galardones como el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica (2007), la Medalla de Oro de Andalucía (2003) o el Premio México de Ciencia y Tecnología (2004) entre muchos otros. Morata es profesor de investigación del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM) y presidente del Consejo de Participación del Parque Nacional de Doñana.
El envejecimiento como proceso biológico, ¿es evitable? Éste es el dilema más ambicioso que la humanidad se ha atrevido a plantear. Buscar una respuesta a este misterio es desafiar a la Biología Evolutiva, que explica el origen de nuestra vida y poner en duda la propia naturaleza del ser. No obstante, la investigación genética ha alcanzado en los últimos años unos niveles inauditos, tanto que ha llegado a concebir el envejecimiento como una programación biológica de nuestro ADN, y ha hallado, en gusanos, un gen asociado a este proceso.
Ginés Morata es Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica (2007)
El especialista en Genética del Desarrollo Ginés Morata lleva una larga carrera dedicada a la Biología Molecular y subraya: "Hay organismos vivos en este mundo que no mueren, como es el caso de algunas bacterias y células cancerosas. El envejecimiento no es un hecho biológico inevitable, sino un programa genético".
Morata está especializado en el estudio de la arquitectura biológica de la mosca Drosophila y de diversos gusanos que tienen una estructura genética similar a la del ser humano y que, por lo tanto, son utilizados para probar nuevos fármacos, realizar estudios genéticos, etc. Uno de estos últimos de basa, precisamente, en entender cómo envejecemos. Así, las últimas investigaciones en esta materia han conseguido hallar en estos insectos un gen asociado al envejecimiento y alterándolo han conseguido modificar la longevidad de algunos gusanos.
¿Células inmortales?
Al envejecer, nuestro organismo sufre lo que se reconoce como estrés oxidativo, que viene a ser el deterioro de las células que componen el organismo, pero, ¿cómo entonces es posible que un gen altere este oxidamiento? Morata explica que dicho gen está relacionado con este proceso, y permite que algunas células adquieran propiedades de otras, como por ejemplo las germinales, que son, en cierta manera, inmortales, dado que se clonan a sí mismas y se reproducen evitando la muerte.
Un ejemplo de esta línea celular germinal son aquellas que contienen el material genético que será transmitido a la siguiente generación. El experto destaca que estas investigaciones son muy recientes y que aún hay que esperar, aunque subraya que ya se ha conseguido manipular la longevidad de diversos gusanos.
Contra el cáncer
Por otro lado, la arquitectura genética de la mosca Drosophila está sirviendo también para que muchos científicos investiguen nuevos fármacos y drogas contra enfermedades como el cáncer. En este sentido, se ha hallado un gen (presente en el reino animal y en los humanos) cuya actividad excesiva en sus receptores Ptc y Smo es responsable de la formación de tumores.
Aprovechando que la mosca es fácil de cultivar y que su genética invita al ensayo, los expertos han probado a utilizar una sustancia (ciclopamina) que inhibe la actividad de dichas moléculas, con excelentes resultados. A partir de ahí ha habido una búsqueda exhaustiva de fármacos con propiedades similares a este compuesto. Finalmente, la empresa privada de Reino Unido Genentech ha desarrollado el GDC-0449, que está siendo probado en personas con cáncer y que ya ha cosechado grandes éxitos: 18 sujetos han experimentado una mejora significativa; en otros 11 la expansión del cáncer quedó bloqueada; sólo 4 personas no experimentaron mejora alguna después del tratamiento.
Ginés Morata ha conseguido galardones como el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica (2007), la Medalla de Oro de Andalucía (2003) o el Premio México de Ciencia y Tecnología (2004) entre muchos otros. Es profesor de investigación del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM) y presidente del Consejo de Participación del Parque Nacional de Doñana.
Fuente: Andalucía Investiga
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