Las reacciones químicas (molécula 1 + molécula 2 = molécula 3) no son, normalmente, algo tan sencillo. En medio suele haber pasos, productos muy inestables que duran tan poco que son imposibles de ver, pero que explican exactamente el mecanismo del proceso. O, por lo menos, así era hasta ahora. Un equipo japonés ha creado una trampa atómica que ralentiza la reacción el tiempo suficiente como para que se pueda congelar con nitrógeno líquido y sacar una fotografía de lo que está pasando. El descubrimiento lo publica Nature.
El ensayo, dirigido por Makoto Fujita, de la universidad de Tokio, se ha hecho con una de las reacciones más conocidas de la química orgánica: la de una amina (R-NH2) con un aldehído (R'-CHO) para dar un azometino (R'=N-R), también conocido como base de Schiff. En el proceso hay que eliminar el grupo aldehído (el CHO), por lo que ya se sabía que tenía que tener pasos intermedios. Ahora, éstos se pueden ver.
Para ello, como explica José Ramón Isasi, del Departamento de Química y Edafología de la Universidad de Navarra, los investigadores construyeron una red que tenía en los nudos de la retícula iones de cinc. Esta estructura porosa se ha descubierto recientemente que permite controlar el lugar donde se produce una reacción química, advierten los autores del ensayo en el artículo. Así se sabe dónde dirigir la cámara (en este caso de rayos X). Cuando del resultado se elimina la imagen de la jaula, queda la de los productos intermedios, en este caso uno llamado hemiaminal, que ha sido descrito pero pocas veces radiografiado en mitad de una reacción.
"Estas fotografías secuenciales de las etapas intermedias proporcionarán una información valiosísima para comprender cómo funcionan estos procesos", añade Isasi. Los investigadores ya lo están ensayando con otras reacciones más complicadas y desconocidas.
Fuente: El País
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