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jueves, 2 de junio de 2011

La gran tormenta periódica de Saturno desvela sus secretos





Por primera vez se han podido medir las variaciones de temperatura, con el VLT europeo y la sonda 'Cassini''

Saturno es muy grande y está muy lejos. Una vez al año suyo, que equivale a 30 años terrestres, cuando se acerca la primavera en el hemisferio norte del planeta gigante, algo se agita bajo las nubes, provocando una dramática perturbación en todo el planeta. Cada vez que esto sucede suele haber aumentado espectacularmente la capacidad de los observatorios astronómicos para estudiar el fenómeno y eso es lo que ha pasado ahora. El Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO) unió fuerzas con la sonda Cassini de NASA, para observar, con un nivel de detalle nunca antes alcanzado, la singular tormenta, cuyo vórtice alcanzó los 5.000 kilómetros de diámetro. El nuevo estudio, realizado por un equipo internacional de astrónomos, entre ellos varios españoles, se ha publicado en la revista Science.

Es el sexto de estos grandes fenómenos detectada desde 1876, pero es la primera que ha podido ser estudiada en infrarrojo térmico -que permite ver las variaciones de temperatura en el interior de la tormenta en Saturno- y la primera observada por una sonda espacial. "El estudio de estas tormentas gigantescas, sin parangón en la Tierra, nos permite hacer controles y comprobar los modelos que usamos para la interpretación y predicción de fenómenos meteorológicos en nuestra propia atmósfera" señala Agustín Sánchez Lavega, experto en atmósferas planetarias. "En esta investigación hemos medido por primera los enormes cambios de temperatura de hasta 25 grados centígrados que la gigantesca tormenta ha producido por encima del techo de nubes que la hacen visible", añade La tormenta fue detectada en diciembre de 2010 por el instrumento de radio y plasma de la Cassini , en órbita alrededor del planeta, y astrónomos aficionados pudieron vigilar su evolución. Después fue estudiada en gran detalle usando la cámara infrarroja VISIR del VLTde ESO en Cerro Paranal, en Chile, en conjunto con observaciones obtenidas con el espectrómetro CIRS de la Cassini.

"Esta perturbación en el hemisferio norte de Saturno ha creado una gigantesca, violenta y compleja erupción de material brillante desde las nubes, que se ha esparcido hasta rodear todo el planeta", explica Leigh Fletcher (Universidad de Oxford, Reino Unido), autor principal del nuevo estudio. "Tener el VLT y Cassini investigando al mismo tiempo esta tormenta nos ofrece una gran oportunidad para poner las observaciones de Cassini en un contexto. Estudios previos de estas tormentas solo habían podido utilizar la luz reflejada del Sol, pero ahora, al observar la luz infrarroja térmica por primera vez, podemos revelar regiones ocultas de la atmósfera y medir los cambios realmente sustanciales en temperatura y vientos asociados con este evento".

La tormenta pudo haberse originado en las profundidades de las nubes de agua, donde un fenómeno parecido a las tormentas eléctricas desencadenó la creación de una gigantesca columna de convección:, esta masa de gas caliente se desplazó hacia arriba, empujando la normalmente serena atmósfera exterior de Saturno. Estas grandes perturbaciones interactúan con el viento que circula hacia el este y oeste, causando dramáticos cambios de temperatura en la parte superior de la atmósfera.

"Nuestras nuevas observaciones muestran que la tormenta tiene un efecto enorme en la atmósfera: transporta energía y material a través de grandes distancias, modifica los vientos atmosféricos -creando corrientes de material eyectado y torbellinos gigantes- y perturba el lento cambio de estaciones en Saturno", agrega Glenn Orton (Jet Propulsion Laboratory, Pasadena, Estados Unidos), otro integrante del equipo.

La nueva imagen obtenida por VISIR reveló unos fenómenos inesperados que fueron bautizados como faros estratosféricos. Se trata de cambios de temperatura muy fuertes en lo alto de la estratosfera de Saturno, entre 250 y 300 kilómetros sobre las nubes de la atmósfera baja, que muestran lo lejos que se extienden los efectos de la tormenta en la atmósfera. La temperatura en la estratósfera de Saturno es normalmente de menos 130 grados centígrados en esta época, pero las mediciones mostraron que los faros estaban entre 15 y 20 grados más calientes. Estos faros nunca antes habían sido detectados, por lo que los astrónomos no están seguros de si se trata de una característica común en este tipo de tormentas.

Fuente: El País.

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