LA CIENCIA SE COMPONE DE ERRORES, QUE A SU VEZ SON LOS PASOS HACIA LA VERDAD (JULIO VERNE).
martes, 30 de junio de 2009
Ser feliz es cuestión de voluntad
Entre los 3 y los 6 años se producen cambios radicales en la vida de un niño. A esa edad empieza a tener sentido para él el futuro y aprende a controlar en una cierta medida sus impulsos. Aunque no todos los niños tienen la misma destreza en el autocontrol.
Hace más de 40 años, el psicólogo Walter Mischel se propuso medir científicamente la fuerza de voluntad en un grupo de niños y observar cómo esta habilidad podía influir en la evolución hacia la edad adulta.
Eduardo Punset visitó a Mischel en su despacho de la Universidad de Columbia, donde discutieron de la importancia de esos primeros años en la felicidad futura.
Para ampliar:
“The origins of willpower”, artículo en el New Scientist.
“Self-control is the key to success”, editorial del San Francisco Chronicle.
“Marshmallow temptations, brain scans could yield vital lessons in self-control”, artículo en The Boston Globe.
“Free Won’t: The Marshmallow Test Revisited”, post de Daniel Goleman en su blog.
Fuente: Smartplanet
domingo, 28 de junio de 2009
El estudio de una proteína abre esperanzas contra las metastasis
La lucha contra la metástasis, la diseminación del cáncer a otros órganos diferentes del originalmente afectado, se ha convertido en el frente de investigación oncológica más activo. Los intrincados mecanismos celulares se interrogan en detalle para ver cómo se puede frenar el peligroso viaje de las células cancerosas por el torrente sanguíneo para colonizar otros lugares del cuerpo. Si no hay metástasis es mucho más fácil curar o cronificar un tumor porque el 90% de las muertes atribuidas al cáncer se debe a su diseminación a órganos vitales como el pulmón, el hígado, los huesos o el cerebro en un proceso que puede durar años sin ser advertido.
En los últimos años se han identificado genes implicados en la metástasis del cáncer de mama hacia el pulmón y asimismo genes que pueden facilitar la entrada de las células cancerosas en el cerebro, y micromoléculas que parecen proteger al organismo de esa diseminación. También se han dirigido grandes esfuerzos a intentar evitar la creación alrededor de los tumores de nuevos vasos sanguíneos, la vía de escape de las peligrosas células tumorales. Normalmente, son hallazgos negativos, favorecedores de la metástasis. Ahora llega una noticia positiva, una nueva vía de investigación, con la identificación de una proteína que actúa, en modelos animales, como un inhibidor de la diseminación de las células cancerosas y lo hace por una vía novedosa.
La proteína tiene un nombre difícil -prosaposina- y no es nueva para los bioquímicos. "Se identificó en 1989 y luego se relacionó con el metabolismo de los lípidos", explica José Miguel López Novoa, catedrático de Fisiología en la Universidad de Salamanca. Más tarde se ha localizado en muchos otros procesos del cuerpo, incluso en la leche humana, pero nunca se había relacionado con la metástasis.
El descubrimiento lo anuncian científicos estadounidenses y noruegos en la revista Proceedings de la Academia de Ciencias de Estados Unidos. Han encontrado que algunos tumores inducidos de próstata y de mama que resultan no ser metastásicos producen grandes cantidades de esta proteína, y al revés. Aa través de una cascada de activaciones, que incluye el conocido supresor tumoral p53, la proteína estimula la producción de un inhibidor natural de la angiogénesis (la formación de nuevos vasos sanguíneos). Los investigadores también han hecho el proceso contrario: inyectar prosaposina junto a células tumorales muy agresivas en ratones y han visto que apenas se formaban metástasis en el pulmón.
Todo el proceso tiene lugar no sólo en los alrededores del tumor primario sino también en células (fibroblastos, concretamente, en los tejidos) situadas en lugares del cuerpo alejados de éste, que se preparan para impedir que las células aniden en ellos. "Parece, por los experimentos, que previene la metástasis", explica Roger Gomis, experto en este tema del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRBB). "Es como si se vertiera aspirina en la canalización de agua de una ciudad, terminaría difundiéndose y se quitarían los dolores de cabeza".
El trabajo es interesante porque hay pocos de este tipo, indica Gomis. La patente ya está solicitada, por si el hallazgo se tradujera, en un futuro todavía lejano, en un nuevo tratamiento. "Aunque no pudiéramos impedir que los pacientes contrajeran cáncer podríamos mantenerlos libres de metástasis", comenta Randolph S. Watnick, del Children?s Hospital de Boston, que ha dirigido el trabajo. Lo inició por sugerencia de Judah Folkman, recientemente fallecido, considerado el padre de la angiogénesis. Fue el primero que se dio cuenta de que las células tumorales necesitan que se formen a su alrededor nuevos vasos sanguíneos para sobrevivir.
Ya existen algunos tratamientos oncológicos, llamados antiangiogénicos, que tratan de impedir la formación de nuevos vasos sanguíneos, pero "no están dando los resultados tan positivos que se esperaban", comenta López Novoa, sobre todo por sus efectos secundarios. El nuevo trabajo no pertenece a este mismo grupo, ya que relaciona la activación de un supresor tumoral con la inhibición de la angiogénesis.
¿Y ahora qué? "Estas investigaciones son de frontera", comenta Gomis, "abren ventanas de oportunidad y es a posteriori cuando se ve su utilidad. Joan Massagué, con quien trabajo, fue pionero en darse cuenta de que la metástasis es tan importante, pero fue hace unos cinco años, gracias en gran parte a su trabajo anterior, cuando se pudo empezar a trabajar en ello. Antes no existían la tecnología y el conocimiento necesarios".
Para el traslado de estas investigaciones a la aplicación clínica existen tres aproximaciones, según Gomis: probar medicamentos ya existentes; proporcionar a los farmacólogos nuevas dianas (objetivos moleculares) para las que ya existen inhibidores o activadores desarrollados, o, en casos complejos como el trabajo que ahora se publica, desarrollar nuevos, lo cual lleva varios años, y eso si tiene éxito, que la mayor parte de las veces no es el caso.
Un área en auge
- La metástasis, el proceso por el cual un tumor coloniza otros órganos a través de los vasos sanguíneos, es responsable del 90% de los fallecimientos en enfermos de cáncer.
- Las líneas de investigación dirigidas a conocer los mecanismos de la metástasis han avanzado en los últimos años por el acceso a nuevos conocimientos y tecnología.
- Uno de los equipos más avanzados es el de Joan Massagué. En 2007 dio a conocer los primeros genes cuya activación anómala facilita la diseminación del tumor original de mama hacia el pulmón.
- El último hallazgo de su grupo, publicado el pasado mayo en la revista Nature, explica cómo -a través de tres genes identificados-
las células tumorales logran entrar al cerebro y dar lugar a un nuevo tumor.
- Otra línea de investigación es determinar cómo sobreviven las células de cáncer desde que abandonan el tumor primario y se infiltran en órganos vitales hasta el momento en que, años después, se manifiestan como tumores en éstos.
- El fin último de estas investigaciones es detectar las sustancias biológicas cuya producción debe inhibirse o fomentarse mediante fármacos nuevos o antiguos.
Una vieja estrella que explicaría el origen del Sistema Solar
Según un equipo de trabajo internacional, liderado por astrofísicos españoles, los elementos radiactivos encontrados en los meteoritos mas antiguos podrían provenir de una estrella con masa 6 veces la del Sol. Al parecer estos elementos podrían haber desempeñado un papel esencial en la evolución de los primeros bloques constitutivos de los planetas rocosos que forman el Sistema Solar, como la Tierra.
Según Josep Maria Trigo, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña: "Este nuevo estudio proporciona el primer modelo astrofísico que reproduce las abundancias de estos elementos radioactivos en los primeros meteoritos, llamados condritas, sin necesidad de invocar la presencia de una supernova en la vecindad solar en los momentos iniciales de la formación del Sistema Solar".
Los resultados obtenidos por los investigadores, que se publican en la revista Meteoritics & Planetary Science, sugieren que una vieja estrella cercana equivalente a seis soles, mucho menos energética y masiva que una supernova, pudo bastar para proporcionar los principales núcleos radioactivos retenidos en los meteoritos primitivos.
"Hemos comprobado que la proporción de isótopos radioactivos estimados en nuestros modelos de una estrella de seis masas solares coincide con la medida en los meteoritos primitivos", señala Aníbal García, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias y coautor de la investigación.
Hasta el momento, existían distintas teorías sobre el origen de los elementos radioactivos que se incorporaron a los primeros materiales sólidos que formaron los meteoritos, recuerda el CSIC. Los más primitivos han preservado en su interior esos materiales primigenios porque proceden de asteroides pequeños que no llegaron a convertirse en planetas. Son, por lo tanto, el único registro tangible del origen del Sistema Solar. Las teorías apuntaban a que esos núcleos radioactivos, especialmente de aluminio y el hierro, podrían proceder de una supernova cercana que habría dispersado estos elementos en el momento de su explosión, aunque esta teoría no coincidía completamente con las observaciones realizadas.
jueves, 25 de junio de 2009
Caminando entre dinosaurios (capítulo 1).
Caminando entre dinosaurios es una superproducción de 6 capítulos, que nos lleva al Jurasico y nos aclara esa epoca de la Historia de nuestro Planeta. Siguiendo las más modernas investigaciones y descubrimientos sobre estos gigantes y utilizando efectos especiales de cine, seguro que os soprenderá. Aqui os dejo el primer capítulo de la serie llamado: SANGRE NUEVA
martes, 16 de junio de 2009
Redes - El cerebro es una chapuza
El cerebro humano nos parece maravilloso, pero no nos engañemos: es una chapuza que vive para engañarnos. Pensamos que es “LA” herramienta para conocer el universo, pero la única función que la evolución ha impreso en nuestro cerebro es la de intentar sobrevivir a los peligros de la sabana.
Y como la evolución no sigue ningún diseño o plan divino -por mucho que le pese a algunos-, el cerebro dista mucho de ser perfecto. Si pudiéramos rediseñarlo desde cero para obtener el cerebro ideal, muchas de sus funciones serían distintas. Solo nos queda aprender a convivir con un órgano que tiene más de chapuza que de perfecto. Es lo que nos explica el psicólogo de la Universidad de Nueva York, Gary Marcus, y autor del libro Kluge.
Darwinius masillae, ¿Encontrado el eslabón perdido?
Aquí tenéis el vídeo sobre el hallazgo de un fósil encontrado en Alemania, cuyos descubridores aseguran que es el eslabón perdido que explica el origen de los grandes primates, entre ellos los chimpancés, los gorilas y como no... los humanos. Si queréis mas información sobre el tema en las imágenes de abajo podéis ver tres webs donde se puede encontrar información.
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